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01/04/2022

Junta de los Ríos

El lugar conocido como la Junta de los Ríos, donde se unen los ríos Alcobilla y Bullaque, ha sido utilizado tradicionalmente por la población de El Robledo y de los pueblos y aldeas cercanos como lugar de esparcimiento en primavera y verano. Existían también aquí huertos como así lo atestiguan algunos árboles frutales tales como guindos y membrillos que hoy se encuentran asilvestrados.
A la zona se puede acceder por el camino que desde el mismo pueblo discurre paralelo al río por la margen derecha, siguiendo el sentido de la corriente, hasta llegar al vado por el que se puede cruzar. Desde la aldea de Las Islas, situada a 2 km también se puede llegar a este punto, tomando el camino que sale de fren-te una vez atravesado este núcleo de población, y que nos conduce al vado por la margen izquierda. Además desde Las Islas se puede llegar directamente al paraje de Tabla Rubia, aguas abajo desde la Junta de los Ríos, tomando el camino a la izquierda una vez atravesado este núcleo.
En la Junta de los Ríos, existen tres viarios interiores que permiten un intere-sante paseo por el paraje: uno que recorre el espacio en toda su longitud como es el camino perimetral que delimita la finca por el este, con una anchura media de tres metros y una longitud de 600 m. Aproximadamente, manteniendo una cubierta arbórea y arbustiva en muy buenas condiciones. Otro que discurre cer-cano al río limitando la finca por el oeste con una anchura media de un metro, pudiendo considerarse más una senda que un camino. Y otra senda de recorri-do irregular en la parte central, que parte del camino de acceso y confluye en el extremo final del espacio con el camino perimetral y con la senda del río.
Se trata de un tramo de río que ha modelado su cauce en zonas de pendiente poco pronunciada, ya que las aguas del río Bullaque se ven frenadas al unirse a las del arroyo Alcobillas, deposita la carga de fondo que arrastra dando lugar a acumulaciones de cantos rodados en el cauce. Con estos depósitos aluviales, el río ha ido generando un sistema de canales entrelazados en el cauce. Éstos, al ser abandonados por la corriente fluvial, dan lugar a una morfología de bra-zos o, como se conoce aquí cachones, que provocan cambios en la pendiente del terreno en los alrededores de la corriente principal. Ejercen la función de disipar el exceso de energía en épocas de máximas avenidas. Se producen también, por el mismo proceso, superficies aisladas que se cubren de vegeta-ción, como en este caso frente a la casa de las Cábilas, donde se encuentra situada una pequeña formación de sauces con un alto grado de conservación, que se encuentra aislada de la orilla sólo en épocas en las que se mantiene un caudal de agua suficiente. Cuando esto no ocurre, se puede acceder a esa pe-queña isla. De aquí deriva el topónimo que tiene cierta frecuencia en esta zona de Islas.
La vegetación actual de la zona prácticamente coincide con las formaciones de bosques de ribera, en este caso fresnedas, sin embargo, no es homogénea y mantiene en ciertas zonas diferentes niveles evolutivos, encontrándose mez-clada con especies de repoblación.
Destacan las alamedas, de las que encontramos dos conjuntos:
Una alameda con olmos, zarzas y espinos que se ubica en la zona perimetral y de accesos. La especie dominante es el chopo lombardo (Populus nigra var italica) y tiene como orla acompañante olmos, zarzas y espinos. No obstante, le acompañan todo un conjunto de especies propias de la serie, así como otras del monte mediterráneo.
Otra alameda con sauces, majuelos y juncos que se ubica en la orilla. Igual-mente, la especie dominante en el estrato arbóreo vuelve a ser el chopo lom-bardo enriquecido especialmente con sauces, algunos olmos y algún álamo negro. En el estrato arbustivo dominan los juncos churreros y los espinos alba-res, a los que le acompañan las zarzamoras. El elemento diferencial con res-pecto a la anterior formación es su presencia cercana al cauce del agua, condi-cionando el desarrollo de especies más hidrófilas como es el sauce que tiene un dominio mayor. Además encontraremos saucedas, que ocupan la zona en contacto con el cauce del río, diferenciándose dos especies: Salix atrocinerea y Salix fragilis. Igualmente aparecen álamos y fresnos de manera discontinua. Le acompañan en el estrato arbóreo juncos y zarzas, teniendo una notoria presen-cia el estrato herbáceo.
Por último, un pastizal con escoba blanca. Se sitúa en la zona central del área y constituye el nivel más alto de degradación de la zona. La presencia de algunas especies frutales como membrillos y cerezos nos advierten que este espacio se aprovechó hasta hace muy poco como huerta. En el estrato arbustivo, aparece de manera más o menos discontinua la escoba.
En cuanto a la observación de fauna, adquieren mayor importancia las aves que se localizan en este enclave tales como carboneros, herrerillos, ruiseñores, mirlos, alcaudones, lavanderas, jilgueros, mitos, pinzones, petirrojos, verdero-nes, oropéndolas... Con bastante frecuencia se pueden observar garzas reales, garcillas y martines pescadores.
Entre los mamíferos que se pueden encontrar en la zona, mantiene un puesto destacado la nutria común, por ser una especie indicadora del nivel de conser-vación del medio acuático, pudiéndose considerar al río Bullaque como uno de los escasos ríos de Castilla-La Mancha que mantienen una población aprecia-ble de este mamífero. A lo largo del cauce se pueden encontrar numerosos ex-crementos de este animal.
La fauna piscícola se caracteriza por la rareza de elementos autóctonos y una gran densidad de especies endémicas presentes que se encuentran con diver-sos grados de amenaza como por ejemplo la colmilleja, calandino, cachuelo, barbo cabecicorto, barbo comizo o la boga de río.



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